Los ventiladores de techo son una forma estupenda de refrescar la casa, pero hay algunos mitos sobre ellos que pueden dificultar la decisión de qué ventilador es el adecuado para usted. A continuación le presentamos tres de los mitos más comunes sobre los ventiladores de techo y los hechos que los desmienten:
Mito nº 1: Los ventiladores de techo no enfrían las habitaciones.
Realidad: Los ventiladores de techo enfrían las habitaciones, pero no tan bien como los aires acondicionados. Además, los ventiladores de techo pueden ayudar a reducir los costes de energía al proporcionar una temperatura más uniforme en toda la habitación. Esto significa que la gente pasa menos tiempo tratando de encontrar el lugar adecuado en una habitación moviéndose o abriendo ventanas o puertas.
Mito nº 2: Los ventiladores de techo sólo funcionan durante los meses de verano.
Realidad: Los ventiladores de techo pueden ayudarle a estar cómodo durante todo el año, ya que mueven el aire caliente hacia abajo. Por ejemplo, durante los meses de invierno, cuando la calefacción está funcionando a pleno rendimiento, un ventilador de techo puede ayudar a hacer circular el calor por toda la casa empujando el aire caliente hacia abajo desde arriba.
Mito nº3: Los ventiladores de techo consumen más que el aire acondicionado
Realidad: Los ventiladores de techo son más eficientes energéticamente que los aparatos de aire acondicionado. Aunque no bajan la temperatura de una habitación, proporcionan un efecto refrescante al hacer circular el aire por la habitación. Los ventiladores de techo consumen menos energía que los aparatos de aire acondicionado porque empiezan a girar a una determinada velocidad por minuto.


A través de esta guía, hemos desmontado los mitos más comunes sobre los ventiladores de techo, incluyendo trucos y consejos sobre cómo maximizar su uso. Estas discusiones deberían permitirle tener una idea mucho más clara de cómo utilizar y mantener correctamente su ventilador de techo para que pueda sacar más provecho de su unidad, maximizando así tanto su rentabilidad como su longevidad.